
La velocidad del tiempo
Me duele la cintura. Parece que es el sacro. Me salieron canas desparramadas por toda la cabeza. Tengo episodios confusos con la memoria. A veces quiero decir una palabra y no me sale. Son episodios momentáneos y muy esporádicos, pero no me pasaba nada de esto hasta hace unos años. Son los primeros síntomas del paso del tiempo. Pero lo peor que me pasa es que me volví fatalista. Si siento un olor extraño adentro de la casa, pienso que es una pérdida de gas y en minutos vamos a explotar por el aire. Cuando tenía veinte años si sentía mal olor en mi casa pensaba que venía de afuera y seguía durmiendo. Con mis cuarenta años ya estoy entrando en una etapa de la vida en la que todo me preocupa. Y justo en esta etapa a mí se me ocurre ser padre. Cada vez que vamos a hacer una ecografía comienzo a sufrir desde que nos subimos al auto. A Flor no le pasa lo mismo. Ella es menos tremendista. Se acuesta tranquila en la camilla y parece