page-header

Etiqueta: tío

Tío Evaristo

Algo teníamos que pensar para que tío Evaristo se fuera a dormir lo más pronto posible esa navidad y como siempre era una misión difícil, casi imposible. Todas las navidades, sin excepción, el tío nos repetía hasta el amanecer sus anécdotas del servicio militar, que había hecho como infante de marina en la Armada y a continuación seguía con las guerras históricas, que eran su obsesión. Casi no teníamos posibilidad de retirarnos sin escucharlo. Él era así, quería a toda la familia reunida para que escucharan sus anécdotas, y si alguno de nosotros intentaba desertar, entonces el tío se ponía de mal humor y la cosa se ponía brava. Al menos eso es lo que repetía mamá cada vez que nos quejábamos con mi hermano. De chiquitos teníamos metido en nuestro cerebro a machaca martillo el peligro de desobedecer las órdenes de tío Evaristo. Naturalmente en esos años a nuestros padres les bastaba con mencionarnos de que el tío Evaristo era una persona mayor, por lo tanto había que respetarlo y no se hablaba más del asunto. Fuimos creciendo y…

Pelotas de colores

— Tío Mati, vamos a jugar a las pelotas… — me dijo mi sobrino Salvador y nos fuimos para el patio. La primera vez que jugamos a las pelotas era un juego muy simple. Salvador me pedía que lanzara la pelota amarilla bieeeennn alto y yo hacía caso un par de veces. Lanzaba la pelota hacia el techo y la atajaba antes de que caiga al suelo. Cada tanto, cuando notaba que mi sobrino comenzaba a aburrirse de la rutina, fingía no llegar a atajarla o quedarme sin fuerzas y apenas elevar la pelota amarilla unos centímetros. Pero una tarde se me ocurrió hacer una variación en el juego. Cuando Salvador me alcanzó la pelota amarilla, yo escondí una pelota roja en mi espalda. Decidí probar un truco de magia bastante trucho. Aprovechando que Salvador miraba hacia el cielo cuando la pelota volaba por el aire, tiré la pelota amarilla arriba del techo en caída y arrojé una pelota roja  al mismo tiempo, pero para otro costado, y lo incitaba a mi sobrino para que mirara en la dirección en…