Yo creo que nos tendrían que enseñar a discutir desde que vamos al colegio. Es más, debería ser una materia. Introducción a la discusión o Ciencia de la discusión, se podría llamar. Antes de los doce años sería una materia muy complicada para aprender así que se enseñaría recién en la escuela secundaria. Porque todo bien con materias como Biología o Ciencias sociales, pero no saber donde se encuentra el fémur en un cuerpo o no recordar alguna Ley de nuestra Constitución no es tan preocupante para el futuro de un educando como no aprender a discutir. Cuantos disgustos nos ahorraríamos si nos enseñaran esta materia desde la adolescencia.
Así como los números son lo primero que se enseña en Matemáticas, quizás lo primero que se enseñaría en Introducción a la discusión es que gritar no es discutir. No es que no se pueda discutir a los gritos, de hecho es lo que más sucede, pero se le explicaría al alumno que gritando solo se obtiene una discusión negativa, que resta y divide. Y lo más interesante en una discusión es cuando suma y multiplica conocimientos en las personas.Y nunca se logra ese objetivo a los gritos. Siempre se consigue en ambientes donde se exponen conceptos y argumentos. Y lo más propicio para crear un ambiente así es si se discute con decibeles de volúmenes normales. Entonces, el alumno que no aprenda que gritar no es discutir se llevaría la materia a marzo. Por más que el alumno proteste porque el resto de los conceptos de la materia los aprendió, no conocer ni hacer uso de esta primera premisa sería suficiente para el aplazamiento de la materia. A marzo. Y no me discuta, Rodriguez. Nos vemos en marzo le dije.
Otro punto importante para el aprendizaje del buen discutir es la correcta utilización del Noseismo. El Noseismo es un movimiento muy simple. Se trata de decir: No sé, cuando no se sabe algo. El alumno podrá pensar que es un concepto muy sencillo de asimilar y es verdad, pero por alguna extraña razón no resulta tan fácil de ponerlo en practica. Porque así como existen muchas rivalidades, Unitarios vs Federales, Radicales vs Peronistas, Suegra vs Nuera, también el Noseismo tiene su clásico rival, su contracara. Un movimiento muy popular llamado: Discutamos sin saber.
El profesor podría, a modo de tarea, pedir que el alumno observe en los ejemplos de la vida cotidiana para diferenciar a las personas que utilizan el sano recurso del Noseismo de las que eligen recurrir a un insoportable Discutamos sin saber.
El soberano tiene que entender, entonces, que en esta materia no saber no implica una cosa tan negativa si es capaz de reconocer, en el fragor de una discusión, que no sabe y que por eso prefiere no opinar.
Será muy bien recompensado el alumno que discuta con pasión y sepa refutar los argumentos ajenos. Está muy bien que el alumno sepa defender sus posturas y sus visiones del mundo, pero atención: Se discute sobre lo que se está discutiendo. Sí, no me mire así Rodriguez porque no dije una estupidez. Digo que si se está discutiendo sobre manzanas, no se puede utilizar argumentos sobre peras.
Y preste mucha atención a esto ultimo que le voy a decir, Rodriguez: Si discute solo para tener razón, será reprobado. Porque querer tener siempre la razón suele nublar el juicio y genera discusiones infértiles. Y si no me cree, Rodriguez — porque veo que me mira con desconfianza—, prenda la televisión y ponga en cualquier programa político. Ahí va a ver cómo a nadie le importa un corno lo que dice el otro. Solo quieren ganar la discusión, como si discutir fuera un deporte. Y fíjese otra cosa curiosa Rodriguez, por lo general las personas que solo quieren tener razón son las mismas que utilizan los gritos para discutir. Igual que usted. ¡Así que no sea terco y no me grite, Rodriguez!
¡Aprenda a discutir de una buena vez!